Oraciones

Oraciones en Momentos de Duelo

ORACIÓN POR LOS FALLECIDOS

Padre santo, Dios eterno y Todopoderoso, te pedimos por (el nombre del difunto), que llamaste de este mundo.
Dale la felicidad, la luz y la paz. Que él, habiendo pasado por la muerte, participe con los santos de la luz eterna, como le prometiste a Abraham y a su descendencia.
Que su alma no sufra más, y te dignes resucitarlo con los santos el día de la resurrección y la recompensa.
Perdónale sus pecados para que alcance junto a Ti la vida inmortal en el reino eterno.
Por Jesucristo, Tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo.
Amén.
(Rezar un Padrenuestro y un Ave María)
Dale, Señor, el descanso eterno y brille para él tu luz
(3x).

ORACIÓN ANTE LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO

Te amo Dios, Te bendigo Dios. Te suplico que cures las heridas de mi alma. Sáname y purifícame desde lo más profundo. Toma mis manos con tus manos, abrázame Dios bendito. Toma mi corazón y ponlo dentro de tu corazón.
Enjuga mis lágrimas, apriétame bien fuerte, que todo tu amor se derrame en mi.
Dame por favor cada día la fuerza que necesito para continuar con mi vida, permíteme vivir con alegría a pesar de las heridas, permíteme dar lo mejor de mi, reconstruye este corazón adolorido.
Por mi parte hago el propósito de permanecer cerca de ti en oración constante hasta que llegue el momento de que me lleves contigo, estaré esperándote Señor Mío.

ORACIÓN DE LA SERENIDAD

Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad; de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz Contigo en la siguiente. Amen.”

Oración al Espíritu Santo

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Oh Espíritu Santo,
Amor del Padre, y del Hijo,
Inspírame siempre lo que debo pensar,
lo que debo decir,
cómo debo decirlo,
lo que debo callar,
cómo debo actuar,
lo que debo hacer,
para gloria de Dios,
bien de las almas
y mi propia Santificación.
Espíritu Santo,
Dame agudeza
para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar.
Dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén.

Oración al Sagrado Corazón de Jesús

DETENTE

El Papa Pío IX compuso esta oración:
«¡Abridme vuestro Sagrado Corazón, oh Señor
Jesús! Mostradme sus encantos, unidme a Él
para siempre. Que todos los movimientos y
latidos de mi corazón, incluso durante el sueño,
os sean un testimonio de mi amor y os digan sin
cesar: Sí, Señor Jesús, yo os adoro; aceptad el
poco bien que practico; hacedme la merced de
reparar el mal cometido; para que os alabe en el
tiempo y os bendiga durante toda la eternidad.
Amén»

Oraciones Marianas

TOTUS TUUS

Oración escrita por San Maximiliano Kolbe y recitada por San Juan Pablo II
Inmaculada Concepción, María mi Madre, vive en mí.
Actúa en mí.
Habla en y a través de mí.
Pon tus pensamientos en mi mente.
Ama a través de mi corazón.
Dame tus disposiciones y sentimientos.
Enséñame, llévame y guíame a Jesús.
Corrige mi camino, ilumina mi entendimiento y expande con tu amor mi corazón.
Toma mi alma. Toma posesión de toda mi personalidad y mi vida.
Remplázala con tu vida. Inclíname a una constante adoración y alabanza.
Ora en mí y a través de mí, Oh Madre.
Permíteme vivir en ti y siempre mantenme en esta comunión de corazón.
Totus tuus ego summ

MAGNIFICAT

Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padr

ACUÉRDATE

Acuérdate, Oh piadosísima Virgen María
que jamás se oyó decir
que hayas abandonado a ninguno
de cuantos han acudido a tu amparo
implorando tu protección
y reclamando tu auxilio.
Animado con esta confianza,
también yo acudo a ti
Virgen de las vírgenes,
y gimiendo bajo el peso de mis pecados
me atrevo a comparecer ante tu soberana presencia.
No deseches mis súplicas,
Madre del Verbo divino,
antes bien óyelas y acógelas benignamente.
Amén.

OH SEÑORA MÍA, OH MADRE MÍA

Oh señora mía,
oh madre mía,
yo me ofrezco enteramente a ti.
En prueba de mi filial afecto
te consagro en este día,
mis ojos,
mis oídos,
mi lengua,
mi corazón,
en una palabra,
todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo,
oh madre de bondad,
guárdame y defiéndeme como cosa
y posesión tuya.
Amén.

¿CÓMO SE REZA EL ROSARIO?

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Se enuncia en cada decena el «misterio», por ejemplo, en el primer misterio: «La Encarnación del Hijo de Dios».
Después de una breve pausa de reflexión, se rezan: un Padre nuestro, diez Avemarías y un Gloria.
A cada decena del «rosario» se puede añadir una invocación.
A la final del Rosario se recita la Letanía Lauretana, u otras oraciones marianas.

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Letanías de la Virgen
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

MISTERIOS DEL ROSARIO

Misterios Gozosos (lunes y sábado)
1. La encarnación del Hijo de Dios.
2. La visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.
3. El nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Presentación del Señor Jesús en el templo.
5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.

MISTERIOS DOLOROSOS (MARTES Y VIERNES)

1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto de Getsemaní.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. El Camino del Monte Calvario cargando la Cruz.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.

MISTERIOS GLORIOSOS (MIÉRCOLES Y DOMINGO)

1. La Resurrección del Señor.
2. La Ascensión del Señor.
3. La Venida del Espíritu Santo.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen.

MISTERIOS LUMINOSOS (JUEVES)

1. El Bautismo en el Jordán.
2. La autorrevelación en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual.

Oración a San Miguel Arcángel

Oración a San Miguel Arcángel creada por el Papa León XIII

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas.
Amén.

Coronilla de la Divina Misericordia

CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA

Para recitar la Coronilla de la Divina Misericordia se usa un rosario normal y se sigue esta secuencia:

1. La señal de la Cruz: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
2. Padre Nuestro
3. Ave María
4. Credo
5. En cada grano mayor del Rosario, cuando normalmente se dice el Padre Nuestro, diga:
Padre Eterno,
Te ofrezco
el Cuerpo, la Sangre,
el Alma y la Divinidad
de Tu amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación
de nuestros pecados
y los del mundo entero.
6. En cada grano menor del Rosario, cuando normalmente se dice el Ave María, diga:
Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero.
7. Invocación: Al final de la corona, la siguiente oración se reza tres veces seguidas:
Santo Dios,
Santo Fuerte,
Santo Inmortal,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero.
8. Oración para concluir (opcional) vOh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia mismos. Amén

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